Me encantan las fotografías, pero tengo un problema con ellas, estoy peleada con la idea del retoque de piel, estos ajustes pueden ser reducir o difuminar líneas de expresión, la textura, el tamaño de los poros, las marcas de acné, etc. Entiendo los fines estéticos, esa es una de las mayores atractivos que tiene esta disciplina en mi, sin embargo incluso yo sabiendo que la mayoría de las fotografías que veo son retocadas, no dejo de compararme con ellas, con algo que no es del todo real, por ello me pregunto: ¿necesitamos retocar las imágenes?
Cada que tomo la cámara para sesiones personales, pongo en practica este consejo, honestamente no me he dedicado a aprender de los programas de edición, y he de decir que me enorgullezco de ello, de los resultados, porque no me concentro en la imperfección, sino en lo que se puede percibir del retrato: una familia celebrando un cumpleaños, unos niños con tanta energía que no pueden ponerse de acuerdo para sonreír al mismo tiempo, la conjugación de distintas personalidades en un solo lugar, etc. Me asombra cómo un lente puede captar tanto con un clic, esto va desde fotografías editoriales hasta las reuniones que uno tiene en casa con amigos; ese segundo se detiene, se conserva y puede cargarse de mucha historia.
Desconozco si omitir el retoque vuelva menos atractivas las imágenes, pero disfruto pensar que podría convertirse en una invitación para otras personas de observarse sin juzgarse. ¿Estará tan mal reconocerse y aceptarse en una fotografía sin retoques?
Quisiera que la fotografía fuera honesta, porque aunque para algunos pueda parecer algo superficial, yo creo que puede ser reveladora y transformadora.
