Enojo

¿Cómo no voy a estar enojada? Las últimas semanas he estado aprendiendo sobre finanzas personales, he tomado cursos desde que inicio la pandemia y asesorías para adoptar el método que mejor se acople a mi estilo de vida. Cuando escucho el podcast de «Maldita Pobreza» de Adulting Mx, lo entiendo: No sabía nada de lo que implicaba ser adulto. Después del balde de agua fría, respiro y pongo manos a la obra, hago un presupuesto que me permita pagar en menor tiempo el celular y los patines que saque a meses sin intereses, elaboro un plan para estimar cuanto me tomará reunir mi fondo de emergencia y defino cuanto puedo ir ahorrando de mi sueldo para tener un Seguro de Gastos Médicos Mayores, me doy cuenta que solo me quedan $500 pesos al mes por si me quiero comprar algo que no sea vital para vivir (deje de vivir con mis papás poco mas de 6 meses).

Visité a mi mamá y hermanos, nos sentamos a platicar en la cocina como siempre hemos acostumbrado y surgió el tema de los planes a futuro que tenía cada uno, yo les platique sobre mis preocupaciones y les dije que sabía que un hijo no estaba en mis planes al menos dentro de los próximos 3 años, tengo 26. Mamá me respondía que no debía estresarme tanto, que las cosas se iba a estar acomodando y planear no garantizba nada. Eso no lo tome bien, hago muchos planes porque crecí creyendo que «no había dinero» aunque nunca falto algo en casa, por eso desde que tuve mi primer empleo solo ahorraba y se lo prestaba a mamá si lo necesitaba, si me compraba algo sentía culpa.

En casa me la paso haciendo números para evaluar qué tanto resta de mi presupuesto quincenal, mi novio también me dice que me relaje. Se que me lo dicen con las mejores intenciones del mundo, pero honestamente veo el futuro muy incierto, y aunque se que comprar cosas las disfruto, también he realizado compras buscando llenar un vacío que no me gusta sentir y eso es como una falta de respeto hacia mi esfuerzo, hacia mi tiempo invertido en el trabajo.

Me dicen los medios que solo se vive una vez, que disfrute ahorita porque mañana no se que sucederá. ¿Y que pasa cuando llega ese mañana y tu estas endeudado hasta el cuello porque compraste cosas que creías llenarían ese vacío y descubriste que nada de eso es suficiente?

Añadimos a la formula el factor pandemia, este ha sido un evento bastante frustrante. Me mude al centro de la ciudad, cerca de tantos lugares que me gustan, pero evito salir para no contagiarme y contagiar a las personas que quiero. Entonces, ademas de ajustarme a un presupuesto, estoy limitada de estar con las personas que quiero, que me dan vida y me recuerdan que lo importante es compartir. Me encierro en casa con un celular a la mano que me dice: «Te hace falta comprar esto para estar completa»

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